Los Baños do San Xusto han vuelto a la vida. Casi 110 años después de la inauguración de la central hidroeléctrica, que fue la primera «fábrica de luz» de Pontevedra, este emblemático espacio se ha reconvertido en un balneario con pozas públicas al aire libre.
«O soño colectivo da xente acaba de facerse realidade», ha destacado el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, en la reapertura de un proyecto que se había convertido en toda una obsesión para su gobierno, cumpliendo así «o desexo dos nosos antepasados».
Esta actuación, en la que se han invertido 685.000 euros, ha rehabilitado la antigua central hidroeléctrica, que se ha reconvertido en balneario. Además, se han recuperado las bañeras exteriores, instalando nuevas bañeras y manteniendo las antiguas como elemento ornamental.
El proyecto ha incluido la rehabilitación de las fuentes y del depósito de agua, lo que permitió descubrir la existencia de aguas termales en la zona, o la reconstrucción de tres viejos molinos, uno de los cuales se han transformado en una sauna.
La casa del molinero, por su parte, ha sido reconstruida para acoger el almacén de la caldera de biomasa con la que funciona el balneario y se han mejorado los accesos con nuevas zonas de aparcamiento y el acondicionamiento de todo este ámbito.
Marina Enríquez, que nació en la vivienda anexa a la vieja central y vivió durante años en ella, ha asegurado que le hace «moita ilusión» que se haya recuperado este espacio.
A sus 84 años no ha ocultado su alegría al ver el resultado de la rehabilitación de una fábrica que, recuerda, «era como unha festa diaria» y a la que acudía gente de toda Galicia.